viernes, 5 de agosto de 2016

El turbulento corazón de nuestra galaxia


El turbulento corazón de nuestra Galaxia.



La Vía Láctea es una construcción enorme, formada por 200.000 millones de estrellas que la convierten (junto a la galaxia de Andrómeda) en una de las estructuras más grandes del llamado Grupo Local de galaxias. Tiene la forma de un CD, un disco plano y abultado en el centro, con unos 100.000 años luz de largo y unos 1.000 años luz de ancho. 

La mayoría de nosotros, seamos aficionados o ciudadanos de a pie, hemos visto representaciones de la Vía Láctea, esa especie de remolino nuboso que se organiza alrededor de un luminoso bulbo central. Esa brillante zona es el centro, el corazón de nuestra galaxia

Todas las estructuras de la galaxia giran en torno a este centro de gravedad, con distintas velocidades y diferentes rutas. Nuestro Sol completa una vuelta alrededor del centro galáctico en 225 millones de años, período que se conoce como año galáctico.


Una galaxia espiral típica: se vislumbran los brazos y el corazón luminoso y denso del centro galáctico. Nuestra Vía Láctea tiene  un aspecto similar.

El centro de la galaxia mide unos 900 años luz de largo por 700 de ancho, con abundancia de estrellas masivas y estrellas rojas viviendo su vejez estelar. Es un sector abarrotado, denso, lleno de estrellas y enormes nubes de polvo, ajetreado como el centro de comercios de una importante ciudad. 

Para que nos hagamos una idea: el centro galáctico es tan rico en estrellas, que si nuestro planeta estuviese situado en el centro de la galaxia el cielo nocturno contendría un millón de astros visibles a simple vista (aquí solo podemos contar unas tres mil), y el brillo de su luz sería tal que la noche no existiría y viviríamos en un día perpetuo.

Nosotros no podríamos existir en este congestionado barrio: la cantidad de radiaciones cósmicas sería letal, sin mencionar los peligros de colisiones y la posibilidad de que alguna inoportuna supernova barriese con nuestro planeta. Nuestra situación a unos 26.000 años luz del centro galáctico, en un barrio tranquilo y remoto, ofrece mejores posibilidades para la supervivencia de nuestra civilización. 


File:Laser Towards Milky Ways Centre.jpg
Observatorio de Cerro Paranal: un rayo láser es apuntado hacia el sector del centro galáctico, oculto tras una densa cortina de nubes de gas y polvo.

Lo interesante es que el centro de la galaxia, con todo su caos y espectacularidad, es una región invisible a simple vista. Está velado por grandes nubes de gas y polvo opacos que oscurecen la visión del disco en el espectro visible. La cantidad de polvo en nuestra galaxia es tal que absorbe la mayor parte de la luz emitida por las estrellas, como la metáfora de los árboles que no nos dejan ver el bosque.  Habría sido imposible deducir muchas cosas si solo contásemos con el auxilio de la astronomía óptica y gran cantidad de información se la debemos a los radiotelescopios. En consecuencia, la mayoría de los estudios se han realizado gracias a la emisión de rayos gamma, infrarrojos y ondas de radio que provienen del centro galáctico.


La cruz marca el centro de nuestra galaxia, entre las constelaciones de Escorpión, Sagitario y Ofiuco. Es la ubicación de un monstruoso e invisible agujero negro.


Uno de los descubrimientos más interesantes es que en el centro de nuestra galaxia existe un monstruoso agujero negro llamado Sagitario A (se abrevia Sgr A* y se lee "estrella sagitario A") con una masa que es cuatro millones de veces superior a la del Sol. Su existencia era sospechada desde 1974, pero habría sido confirmada ("más allá de toda duda razonable") por científicos alemanes en Diciembre de 2008, gracias a telescopios ubicados en el norte de Chile.

Los agujeros negros son objetos fantásticos e invisibles, pero Sagitario A es una poderosa fuente de ondas de radio y genera trastornos gravitatorios entre las estrellas cercanas que nos permiten inferir su existencia. 

Hace eones, Sagitario A fue una estrella que explotó como supernova y se colapsó en un agujero negro que devora el material que cae dentro de su esfera de influencia. Es una bestia que desayuna nubes de hidrógeno por la mañana y cena estrellas por la noche, completando un giro sobre su eje en unos 10 minutos. Su descomunal fuerza de atracción captura enjambres de estrellas y las pone a danzar a su alrededor, generando fenómenos que podemos observar desde la Tierra. Todo lo que se acerca demasiado al agujero negro y traspasa su "horizonte de sucesos" es absorbido por este monstruo de densidad infinita, del cuál ni siquiera la luz puede escapar. El material que se precipita dentro del agujero negro se calienta a temperaturas extremas, cuando esto sucede, emite intensas ondas de radio y en el infrarrojo que nos permiten precisar su ubicación.


Interesante video: el corazón invisible de nuestra galaxia y el insaciable agujero negro que lo habita.


El centro exacto de la galaxia (que coincide con la ubicación de Sgr A*) está ubicado entre las constelaciones de Escorpión, Sagitario y Ofiuco. Sus coordenadas son: AR 17h 45m 40.045, Dec -29° 00' 28.1". Toda la región es invisible debido a la presencia de enormes cantidades de polvo y gas que lo ocultan a nuestra vista, no obstante, la dirección que señala el centro galáctico es densa en estrellas y contiene interesantes objetos de espacio profundo. El invierno austral nos brinda el privilegio de mostrar la banda central de nuestra galaxia alta sobre el horizonte, una condición especialmente valiosa para los astrofotógrafos.


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